En un pronunciamiento público, la ANP expresó su profundo pesar y enérgica condena por el crimen que “enluta nuevamente al gremio y golpea a la libertad de prensa en el país”.
La víctima integraba la dirigencia de la filial de la ANP en la zona y fue abatido a balazos por sicarios que le dispararon cuando conducía su motocicleta de regreso a su oficina, tras cubrir un evento periodístico.
Núñez llevaba consigo a su hermano, que resultó gravemente herido por los atacantes que perpetraron la tercera muerte de un periodista en el año.
Antes, fueron ultimados por sicarios los comunicadores Gastón Medina, en la ciudad sureña de Ica, y Raúl Celis, en la amazonónica de Iquitos, en “una escalada intolerable de violencia contra quienes ejercen el derecho a informar”, según la ANP.
La organización exigió una investigación exhaustiva, profunda y transparente y que parte de la hipótesis de que el crimen está relacionado con la labor de Nuñez y no se desviar la atención en otros temas.
“La impunidad en estos crímenes no puede seguir siendo la regla; cada asesinato sin resolver alienta nuevos ataques y profundiza el riesgo” que acecha a los periodistas.
Según cifras del Sistema Nacional de Información de Defunciones (Sinadef), desde el inicio, el 10 de octubre, del nuevo gobierno del presidente José Jerí, hasta el 4 de diciembre, se registraron en Perú 306 homicidios y, según el diario La República, de ese total, 35 fueron perpetrados con armas de fuego.
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